domingo, 26 de abril de 2009

"Señor pájaro-que-da-cuerda..."

Señor pájaro-que-da-cuerda -dijo ella. Y permaneció unos instantes contemplando cómo el nombre flotaba en el espacio-. Es un nombre precioso. ¿Qué tipo de pájaro es ése?
—Es un pájaro de verdad. No sé cómo es. Jamás lo he visto. Sólo lo he oído. El pájaro-que-da-cuerda se posa en un árbol de por aquí y, poco a poco, va dándole cuerda al mundo. Mientras tanto, hace ric-ric. Si él no le diera cuerda, el mundo no funcionaría. Pero eso nadie lo sabe. Todos, absolutamente todos, creen que es un enorme mecanismo, mucho más imponente y complejo, el que mueve el mundo con mano férrea. Pero no es así. La verdad es que el pájaro-que-da-cuerda va de un lugar a otro accionando el resorte que hace funcionar el mundo. Es un mecanismo tan sencillo como el de un juguete de cuerda. Basta con hacer girar una llavecita. Pero esa llavecita sólo la puede ver el pájaro-que-da-cuerda.
—El pájaro-que-da-cuerda -repitió ella de nuevo-. El pájaro que da cuerda al mundo.

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo

viernes, 24 de abril de 2009

"Hace mucho tiempo que estoy acostumbrado a imaginar..."

"…hace mucho tiempo que estoy acostumbrado a imaginar. A dejar correr la imaginación. Es algo que he hecho desde pequeño. Creo un lugar imaginario en mi cabeza y, poco a poco, le voy dando forma (…) al salir de la universidad, estuve trabajando en una editorial de libros. Era aburridísimo. Así que dejaba volar la imaginación. Aquel trabajo tendía, más bien, a aniquilarla. Odiaba ir a la oficina. Allí adentro, me ahogaba. Tenía la impresión de ir encogiéndome, día tras día, y de que al final acabaría desapareciendo (…)

Durante esos ocho años malgasté mi vida allí dentro. Desperdicié mis mejores años. Durante esos ocho años aguanté mucho, pero de no haber existido ese largo período, tal vez el bar no habría tenido tanto éxito. Eso es lo que creo. Me gusta este trabajo. Ahora tengo dos locales. Pero a veces me parece que son dos jardines imaginarios que he creado en mi cabeza. Unos jardines de ensueño. En ellos he plantado flores, he instalado fuentes. Los he creado con sumo cuidado, parecen muy reales. La gente viene, bebe, escucha música, habla y luego se va. ¿Y por qué crees que, noche tras noche, tanta gente se gasta tanto dinero viniendo a tomar una copa aquí? Pues porque todo el mundo, en mayor o en menor medida, busca un lugar imaginario. Y la gente viene aquí para ver un jardín fantástico creado de forma exquisita que parece flotar en el aire y para verse a sí misma incluida dentro de esa escena."


Al sur de la frontera, al oeste del sol